

Águila es el nombre genérico dado a las mayores aves depredadoras. Las diversas especies y subespecies de águilas pueden encontrarse en casi cualquier parte del planeta excepto en la Antártida. Son miembros de las aves de presa, del orden de Falconiformes,[1] (o Accipitrifomes acorde a una clasificación alternativa), familia Accipitridae, subfamilia Buteoninae. Pertenecen a varios género, los cuales están sujetos a una reclasificación más adecuada puesto que los expertos no llegan a una opinión consensuada. Las águilas se caracterizan principalmente por su gran tamaño, constitución robusta y cabeza y pico pesados.
Como todas las aves de presa, las águilas poseen un pico grande, poderoso y puntiagudo para desprender la carne de su presa. Cuentan también con tarsos y garras poderosos. Llama también la atención la fuerza de las águilas, que les posibilita alzar en vuelo a presas bastante más pesadas que ellas. Además poseen una vista extremadamente aguda que les permite visualizar potenciales presas a distancia, por ejemplo el águila real posee dos puntos focales en sus ojos, uno para mirar de frente y otro para localizar la mirada hacia los costados escudriñando a la distancia.
Como todas las aves de presa, las águilas poseen un pico grande, poderoso y puntiagudo para desprender la carne de su presa. Cuentan también con tarsos y garras poderosos. Llama también la atención la fuerza de las águilas, que les posibilita alzar en vuelo a presas bastante más pesadas que ellas. Además poseen una vista extremadamente aguda que les permite visualizar potenciales presas a distancia, por ejemplo el águila real posee dos puntos focales en sus ojos, uno para mirar de frente y otro para localizar la mirada hacia los costados escudriñando a la distancia.
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